Deberás olvidar toda pretensión de seguridad
esforzarte en no recordar quien eres
desechar la calidez del suelo:
los gatos deberán aprender a volar.
Deberás desafiar a tu intuición y tu instinto
prestar oídos sordos a las razones más elaboradas
extender tus brazos como si fueran dos alas
lanzarte al vacío y desde lo alto
comenzar a contar en silencio
uno
dos
tres
cuatro
cinco
seis
...
...
¿Te estrellaste ya?
...
...
Te lo dije mil veces:
los gatos no saben volar.
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