Sólo para precisar el punto controvertido en cuestión:
no te saco yo de mi vida
eres tú la que decidió no querer estarlo.
Yo simplemente seguí con el curso natural de las cosas
según tu deseos y no los míos:
tus silencios también hablan.
Yo fui el brazo que ejecutó la tarea
tú, el general que ordenó a su mente iniciarla.
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