Algunas cosas son más que difíciles.
Como cuando te resistes a ver la verdad clavada en tus narices.
Como cuando no quieres aceptar una mentira.
Como cuando te empeñas en no ser burlado a pesar de haber consentido previamente a ello.
Como cuando huyes del desamor pero ya hace mucho dejaste de amarte.
Como cuando esperas la muerte que no llega. O el amor. Que, no es lo mismo. Pero es igual.
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