martes, 27 de julio de 2010

Tratado de la soledad

Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.
La carencia. Alejandra Pizarnik.


En un inicio estaba solo
no existíamos nadie mas que la soledad y mi nombre
éramos como homo y ursus.
...
Luego llegaste tú
te hiciste amiga de la soledad y me pediste prestado mi nombre.
...
Una mañana desperté muy temprano
te habías marchado en el primer bus camino a Santa Fé.
...
Me dejaste una nota en la que me explicabas los motivos de tu proceder.
Mientras me afeitaba me miré por casualidad el rostro en el espejo del tocador
entonces cai en la cuenta que te habías llevado mi nombre.

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