Algunos amigos y otras personas no tan amigas, pero lectores bien intencionados, me han preguntado el por qué del nombre de este blog.
El nombre de este blog tiene algo de masoquista, de bipolar, de depresivo y de malsano. El nombre de este blog surge como una necesidad, un grito de libertad, una expiación, una condena.
El nombre de este blog tiene algo de masoquista, de bipolar, de depresivo y de malsano. El nombre de este blog surge como una necesidad, un grito de libertad, una expiación, una condena.
El nombre de este blog no fue elegido, trasciende a mi voluntad y mi cordura. Me permite saber -a mi pesar- que todavía persisto, que a cada noche (cada vez más larga) le sigue un nuevo día, que hay caminos que esperan ser recorridos, aceras que esperan ser aplastadas. Que no es el momento, yet.
El nombre de este blog me identifica, me hace -a mi pesar- colectivo y humano. Me sitúa en medio de una hermandad de desposeídos de la luz, de hikikomoris, ajenos al encanto y a la vida.
El nombre de este blog va dirigido a todos ellos y a ninguno, representa una necesidad de exilio, de voluntario aislamiento y de necesidad.
El nombre de este blog lleva el nombre de una historia que aún no escribo, es el título de una capítulo de mi vida, de una novela inconclusa: la tapa de un libro que me define como persona, como cadáver, como naúfrago, como mendigo, como perro o asesino.
El nombre de este blog pretende tener algún día algo que decir, dejar una huella, decir simplemente: aquí yo estuve. Pretende ser un espacio de soledad, pero también de compañía. Un lugar donde poder estar tristes, donde poder morir las veces que uno quiera sin que nadie te diga "hoy no, honey, hoy no es buen día para morir". Donde Lázaro vive y resucita cíclicamente. Donde los cadáveres se encuentran y se abrazan sin complicaciones. Donde los cuerpos ya extintos se desnudan de todo pudor y se recrean en un sexo espasmódico, mutilado de emoción y afecto. Donde puedes ser Dios y también su asesino. Donde esta permitido prohibir cualquier cosa, salvo las caricias y los besos.
3 comentarios:
Tengo miedo, me siento vacia aunque por fuera siempre sonria, nadie se preocupa por los felices pero si por los infelices y que es de aquellos que ocultan su pena bajo una sonrisa, porque no se preguntan , como se encuentra? estas bien? te pasa algo?....Siempre vivire con mi pena oculta soportando el daño de los demas, acumulandose en mi interior. Soy una suicida que aniquilo sus sentimientos
Tienes razón, uno nunca sabe que hay detrás de de un rostro bonito, de una sonrisa que aparenta ser feliz. Somos máscaras, máscaras todos.
Por eso este blog es tambien para ti y para todos aquelllos hikikomoris q anikilamos nuestros sentimientos (o nos los aniquilaron), o estamos en busqueda de ello, de un lugar donde decir soy yo, soy libre, vuelo. Un gran abrazo. KUINZITO
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