who shows me the least bit of attention?
Joel Barish
Pensar en ello era como aniquilarme de alguna manera y darle una especie de sentido trágico a mi vida.
Tenía que hallar la manera de sacar eso de mi mente, aunque permaneciera clavado en mi corazón. Tenía casi veinticinco años y no había hecho nada interesante salvo coger una vieja tabla de surf que ni siquiera me pertenecía y desafiado al mar una lluviosa tarde de invierno, con casi 39 grados de temperatura y suficientes antibióticos en el cuerpo como para dormir un caballo.
En cuanto a lo demás, parecía que estaba negado para la existencia.
¿Cómo comenzar a escribir una una historia si apenas podía iniciar las primeras líneas de la mía?
Quizá debía comenzar por el final. Había sido un error intentar hacerlo desde el inicio. Tu error había sido conocerme.
¿Cómo escribir de ti? ¿Como comenzar algo que ni siquiera se en qué momento empezó? ¿Cuántas cucarachas puede albergar una estufa? ¿De cuántas manera se puede limpiar un comedor?
No existe la casualidad en ningún encuentro. ¿Cuál es la posibilidad multiplicado por un factor de descuento de que te encontrase precisamente de esa manera? ¿De todos los lugares del mundo, debía descubrirte precisamente en aquella mesa, leyendo aquel periódico y tomando un segundo café?
- ¿Te conozco de algún lugar?
Tus ojos, mirando inquietamente los míos.
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