miércoles, 2 de abril de 2014

Mil perdones a las madres (aunque no es su día)

Perdón a las dignísimas señoras madres de familia que se sintieron ofendidas con mi post anterior. Incluyendo a mi sacrosanta madrecita.
Desde la que me acusó se insensible (dada mi incapacidad para interpretar las emociones asociadas a la maternidad) hasta aquella que me encrespó una suerte de frase cliché haciendo referencia a la existencia de una relación de enamoramiento de madre a hijo, desde antes de conocerse (bastante edípica por cierto y carente de evidencia empírica , al menos en términos de "amor").
No obstante, si alguien se ofendió perdón. Aunque valgan verdades, ello me tiene sin mucho cuidado. 
Mi post jamás estuvo referido a cuestionar las sensaciones asociadas a la maternidad, sino a toda esa parafernalia de tomarse fotos artísticas, exibiendo su protuberante vientre, con la pareja al lado, ambos descalzos o sobre una alfombra, en una suerte de pose idílica de la experiencia de la paternidad.
Vamos. Seamos un poco más honestos con nosotros mismos. Un poco de photoshop o media docena de fotografías bien logradas en un estudio profesional no te harán mejor padre, ni madre, ni hijo al que está por nacer. Tampoco servirán para esconder tu realidad o trascender en tu historia personal como parte de un momento idílico, cuando quizá no lo es.
No pretendo dar lecciones de moral, ni nada que se le parezca. Conozco a muchas personas que estarían dispuestos a ello. Free cost.
En lo que me concierne, me repugna la cursilería, la pose boba, la apariencia detrás de ese flash, lo que esconde, el hacerlo porque está de moda, porque todas las chicas de la oficina lo hicieron antes, porque es un trend topic colocar esas fotos en el muro de tu face, contratar a ese fotógrafo de catálogos caros o cualquier otra huachafería que se le parezca.
Lamento decepcionarlos, señores. Tal vez si habría que retratar esto de la maternidad sería un poco menos bucólico y quizá más próxima a la imagen que Frida Kahlo imaginó cuando dibujó esta versión personal de su alumbramiento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La gente busca una pose, pero todas las familias, como dice Tolstói: "Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera".

kuinzito dijo...

Ana Karenina. Cuánta razón tiene Tostoi en ello.