1. Imagino.
Imagino tu rostro sonriendo
Las cosas que te decía
el mundo de complicidad y nombres extraños
que creamos para engañar al tedio
Imagino tus manos -pequeñas-
tus pies -siempre tan cuidados-.
Imagino tu mentón endurecido
tus ojos pequeños
tristes (dos tristes tigres que comen trigo en un trigal)
Imagino tu rictus contraído
tu boca torcida por el sabor de tus lágrimas.
Imagino todo eso despierto envuelto en el sopor de tu ausencia.
Descuida, a vece simplemente imagino cosas.
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