lunes, 18 de marzo de 2013

Tu familia o yo

Olvidaste que toda elección implica una renuncia.
Que todo hola presupone un adiós.

domingo, 17 de marzo de 2013

Razones que no se dicen

"Me gustas de tal manera que prefiero no acercarme a ti".
Mírame
pero
no
me
toques.
Imagen: Andrea Barreda.

jueves, 14 de marzo de 2013

Why do birds suddenly appear?


Desconocía el motivo, la razón, circunstancia o lo que fuere. Aparecías y desparecías sin dejar el menor rastro. Primero una llamada, después un hola seguido de un tal vez, luego un intercambio de sonrisas, de correos, de fluidos, que precedían a la desazón post coital de una tarde grisácea en que todo terminaba recordándome a ti, con tus sandalias inútiles acariciando tus pies perfectos y el gigantesco pastel escurriéndose entre tus dedos. Un faldón que parecía querer ocultar tus torpezas, una provocación, la sorpresa, los tonos de la melodía escabulliéndose entre los decibeles de la grabación en medio de una tarde de abril:
Why do birds suddenly appear
Every time you are near?
Just like me, they long to be
Close to you

Por qué precisamente debían ser los pájaros. Por qué aquella canción. Por qué en ese preciso momento. Por qué la asociación. Por qué este post que no tiene sentido. Por qué no esperar unos días, coger simplemente el teléfono, dejar a mis dedos hablar por mi, marcar ese número que hace mucho murmuran de memoria, comenzar diciendo hola, terminar gritando adiós.
Por qué no dejar que esos ojos que me persiguen en los sueños me devoren sonriendo, sonriendo. Por qué no intentar morir con una sonrisa. Por qué no sonreír al tiempo de morir. Por qué no escamotearme media docena de esas pastillas que me aceleran el corazón. Y los sentidos. Por qué no dejar de escribir.

jueves, 7 de marzo de 2013

Soledad vs compañía

¿Quién dice que no tengo amigos?
Hay una persona que me sigue desde México, otra de España, pasando por Alemania para llegar hasta Argentina. Hay un muchachito de Ecuador, una señora de Venezuela, un joven profesor de Panamá y una jovenzuela croata que estudia español y por esas casualidades del designio encontró esta página.
Hay otros que en el camino perdí, como aquella jovencita suicida que un día decidió cerrar su blog -y quizá su vida- a los ojos de los demás. Como el muchachito preguntón que me acosaba con remembrazas metafóricas de amor, casualidad, olvido, resignación y perdón. Como la señora arequipeña que me amenazó alguna vez por escribir obcenidades que perturbaban el corazón de su joven vástago. Como aquella muchachita que hizo de sus muñecas y de su vientre un carnaval de cicatrices. De la pequeña que se negaba a comer, del jovencito que no podía dormir, del adolescente que ingería 5 pastillas al día, de la mitómana, del que decía masturbarse un promedio de 7 veces al día, de la que era infiel a su esposo, de la que no conseguía marido, del perturbado, del poeta, del escritor frustrado, en fin, de todos aquellos anónimos que de una u otra manera me completaban (o destruían) el día.
Tal vez mi soledad no es sino consecuencia de la certeza de su compañía. O de su ausencia, que no es lo mismo, pero es igual.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Temor

Me da miedo saber de ti
despertar un día
y sentir como en esos sueños
que quieres recordar y ya no recuerdas.