lunes, 28 de octubre de 2013

A una botella en el mar

Por qué
ese espacio cadencioso
en tu cadera
en la yema dulce de tus pies.
Por qué el sabor de tu sonrisa
confundiéndose con el recuerdo de la mía.
Por qué volver a entonar esas viejas canciones
levantar la tapa que cubre
tus exequias y las mías.
Por qué, nuevamente,
tu olor
mis pensamientos
tu mitomanía
casi extinta
el dibujo de tu sonrisa
en tu mirada
Por qué
esos recuerdos
que no quieres recordar
y sin embargo pretendes que recuerde
como esas heridas
que jamás se cerraron.
A ese pergamino amarillo
de tu biblioteca terrenal
le pregunto
¿por qué?
No regrets.