montruos

Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.
Niezche

Debiste  buscar los monstruos que habitaban debajo de tus sabanas
Enredados en tu almohada
En tus cabellos ocultos de medusa
Debiste ondear el mar con tus largos pies
Vestir tus recuerdos de seda
Debiste salir corriendo desnuda
Y trepar como una sirena
Y cabalgar el embravecido mar
Debiste jamas criticar la imagen que devolvía el espejo
Sin antes reparar en aquella sombra que devolvía el tuyo.

Somos monstruos perfectos
Enredados en su tortuoso destino.

jump

Solo debes cerrar los ojos
Y desear muy alto
Dejar por un instante de pensar
Después ponerte el abrigo
Treparte al resquicio de tu mente
Y saltar.

no somos tan diferentes

No somos
Tu y yo
Tan diferentes
Yo estoy hecho de ocre
También de polvo, sabes?
No, no somos tan diferentes ambos
Tu estas hecho de cal, hollín, esperanza y una pisca de condena.

tres tristes tigres

Nuevamente sin poder dormir
Como aquellos días
Cuando fuimos dos
Luego tres
Como aquel viejo trabalenguas
Tres tristes tigre
Comiendo trigo en un trigal
Afuera llueve
Una gota
Luego dos
Tal vez tres
Algunos pájaros han iniciado su canto
Y yo sigo acá
En esta isla
Eternamente insomne
Inmunemente yo.

En estos días...

En estos días...
me siento como en aquella canción de Silvio
en estos días
prefiero no pensar
o mejor
pensar que no pienso
soñar que he dejado de soñar.

"Entre más largo sea tu silencio, más profundo será tu grito..."

Ahora lo sabía. Quizá siempre lo había sabido, sin atreverse siquiera a pensar.
Esas largas noches, esos cortos días. Las pastillas interminables aferrándose al fondo del frasco: azules, blancas, redondas, grandes, amarillas.
Ahora lo sabía. No era que amara la soledad. Ni la noche. Ni el silencio.

                         ("Te lo dije, honey, adoro cuando el sol se ha ido ya").

Era apenas una manera de poner un alto a ello, de sentirse más real. De hacer mas plausible su humanidad: estar despierto mientras todos duermen, cerrar los ojos cuando a los demás les toca despertar.
El silencio se siente menos opresivo cuando la luz ha huido, cuando las calles oscuras vomitan su soledad.