lo aprendí de la luna.
Sabina
La luna se preocupó poco de instruirme en los asuntos mundanos. Se encargó mas bien de darme una educación al estilo espartano, donde el placer se deslizaba de manera sinuosa por los cobertijos de su olvido. No hubo vacuidad en tu impulso o el mío. Apenas una manifestación incipiente de aquello que un exabrupto de frenesí, denominamos amor. Both.
No hay comentarios:
Publicar un comentario