Lo nuestro duró
lo que duran dos peces de hielo
en un whisky on the rocks
Sabina.
Te vi. Te veo. A lo lejos. Tu sonrisa.
Ese hoyo en tu mejilla.
Tu bipolaridad. Mi nisantropía.
Tus hileras de mafaldas despeinadas,
todas iguales, de cabezas robustas.
Tus poses de diva-madura-sensual enredándome
en sus vaivenes, cuasi onda celestial
La voz de pitillo de la cual me burlaba
y que hacía volar a los pájaros.
"Yo no te busqué", te dije
simplemente llegaste
como esos artefactos luminosos
que un día sales
mientas espías el cielo
-gris, hediondo, nuboso-
y de pronto cae y te golpea en el cráneo.
"Yo no te pedí", te dije
y sin embargo
caíste
caímos
al unísono
al vacío
a ese black inmeso
de tu notoriedad y mi melancolía.
"Yo ya te olvidé", dijiste
mientras te tragabas una docena de pastillas
-esas rojas, azules, coloradas-
Y ya te va entrando ese sueño
aquel sueño
y piensas que quizá te observe en tus sueños
y me descubras pensándote
o dibujándote
-y no podré negarlo, no-
como en aquél cuento
que fingías no oír
pero oíste
y ahora repites por más de 500 noches
como esta, tu canción
y por que no, la mía.
martes, 21 de marzo de 2017
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