miércoles, 28 de agosto de 2013

Amor


Yo creo que eso del amor como te desgasta, te hace tan deliciosamente -y relativamente- feliz que olvidas en qué consiste realmente vivir. O no vivir, que es lo mismo. Y es igual.
Yo creo que el amor hace que termines enredándote en una sarta de caracoles, que mordisquean tus piernas hasta hacerte perder el encanto.
Terminas quedándote sin ideas, desprovisto (a) de esa condición pseudo material que te hacía único (a) y va aflorando en ti, una nueva pose, una sombra de lo que alguna vez fuiste (o intentaste ser).
Una melodía. O el inicio de una canción que no culminarás. 
Las sombras no existen.  Tus balbuceos tampoco.
(Vosotros lo que entraís, perded todo esperanza)

miércoles, 21 de agosto de 2013

The way we were



¿Dejamos de ser lo que fuimos?
Somos uno, pero no el mismo.
Lo cierto es que el tiempo ha pasado
y tú y yo ya no somos los que fuimos.
Olvidamos las viejas promesas
intentamos recrear otras
que reemplacen a las que les precedieron.
Pero el mundo ha seguido girando
el tuyo
el mío
-en paralelo-
y la gente hace mucho dejó de llamarnos locos.
Hoy visto corbata y traje a la medida.
Tu calzas zapatos taco aguja
(como en el poema).
¿Acaso importan las palabras?
A las palabras se las lleva el viento
aunque el viento no se sienta intimidado por aquéllas.
El tiempo exhala su aliento fresco
que me restriega en la cara el olor de tu partida.
Siempre es un buen momento para decir again.

martes, 20 de agosto de 2013

Gente que nunca estuvo


Hay gente que pasa por tu vida sin dejar huella.
Otros taladran sus iniciales en tu corazón.
Algunos se marcharon y al poco tiempo volvieron.
Olvidé el nombre de un grupo de aquellos.
Con unos cuantos te encuentras de cuando en vez,
te tomas un trago
intercambian datos
escriben direcciones y correos en sus modernas agendas
tal vez tienen sexo
intercambian fluidos
un beso antes de dormir.
Jamás devuelves la primera llamada
ni contestas su postrero e-mail.
Hay números telefónicos que recuerdas de memoria: 543...
Otros los olvidas desde el momento en que te los dieron.
Hay gente que habita en tu memoria... o en tus sueños
que es una extensión de aquella.
Hay personas que están, pero te da lo mismo
(como si no estuvieran).
Existen sujetos que jamás deberían partir.
Hay gente que nunca estuvo.

domingo, 18 de agosto de 2013

Licenciado vidriera

Estoy cansado de continuar
de procurar
pegar un vaso de cristal
que cada vez que lo toco se rompe.

lunes, 12 de agosto de 2013

Es verdad

Es verdad que las cosas son muy simples
como simple es una sonrisa
una mirada
un abrir y cerrar de ojos
una caricia
un decir lo siento
prodigar aquella caricia
intentar cumplir aquella promesa
terminar de decir un adiós.

domingo, 11 de agosto de 2013

Tus viejas cartas


Soñé que volvía a amanecer,
soñé con otoños ya lejanos.
N.B.

Y sigue rodando en mi cabeza
el enigma cautivante de tu voz.
E.V.

Hay días en que las personas deciden levantarse con un pie diferente, dejar de ducharse antes de ir al trabajo, ponerse ese par de zapatos de tacón que nunca se atrevieron, comenzar a enamorar a la chica más guapa,  aventurarse a comer un platillo nuevo sin ninguna explicación, enfrentar a aquel jefe que siempre los intimidó, abrir las puertas del closet en el que se escondían, apretar el gatillo que tantas veces acariciaron, simplemente... JUMP.
Otros, simplemente, decides despertar.
Debe ser bonito jugar a imaginar que juego un juego en el que invento personajes que juegan otros juegos, que de pronto tocan tu timbre y entran en tu habitación, y conversan contigo de otros tiempos, que tonto, tal vez sigues pensando que hay detrás de ese muro, sin darte cuenta que hace mucho ha dejado de jugar,  que ha pasado mucho tiempo, que se han mudado ya.
Hay días diferentes, en los que despiertas con un optimismo bárbaro, en que devoras un párrafo de Petrarca, que relees con deleite un capítulo de Joyce. Hay días claros, de fotografía, días Kodak, otros más bien grises, claros y oscuros, de papel carbón, de fotocopiadora en blanco y negro. Días en que te arrastras desde tu habitación hasta la oficina y cuentas las horas, desfalleciente: 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1...
Pero de todos los que mas temo, son esos días en los que te enfrentas a tus recuerdos, a aquella mirada que te traspasa, a esa sonrisa que no termina de concretar, al sonido de sus pies descalzos hollando el pasto, al horror del vacío de una poesía inacabada, a la novela que se te escapa entre las sienes, al relato que jamás escribirás: a esas cartas amarillas a las que echas mano cuando no te queda nada más.

martes, 6 de agosto de 2013

AUNSENTE POR TIEMPO INDEFINIDO

Estoy en una cura de silencio.
R
E
I
N
V
E
N
T
Á
N
D
O
M
E