jueves, 20 de junio de 2013

(te)

Para dejar (te) (nos) ser feliz, me convertí en una sombra
las sombras no se miden con sentimientos
ni hacen ruido con sus zapatos al caminar.
Las sombras desaparecen cuando llega la noche
en el intermedio del maullido de un gato
que corta el filo y presagia su extinción.
Para no pensar (te) me transformé en parte del aire
en una de las estrellas de tu habitación
me oculté en un resquicio de tu mente
inicié un salto a tu vacío.
Para poder olvidar (te) me convertí en una muñeca
me corté mil veces las venas
dejé sin oxígeno mi casto corazón
decidí no protestar cuando te sueño
ni comenzar a soñar (te) cuando dejo de protestar.