sábado, 29 de septiembre de 2012

1000

Sin sueño una vez más
contando ovejas de todos los colores
voy por la 1000.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Toc - toc

 
Toc - toc. Sonó de pronto.
"Abre", me dijo una voz.
Una hora, quizá dos. Nuestros cuerpos se entremezclaron como el de dos animales queriéndose confundir en uno.
Parecía que nunca iba a dejar de llover.
"Es mi fantasía", me dijo. Yo apreté los dientes y le dejé colocarse encima mío.
Toc - toc. Volvió a sonar.
Desperté. Tenía la piel empapada de sudor. Miré al otro extremo de mi cama. Vacío.

Aunque nunca te lo dije, te quiero

 
- Aunque nunca te lo dije, te quiero -musitó.
Dejó caer el cuerpo en el suelo. Le acomodó la ropa y le peinó los cabellos, suavemente, como para no despertarlo.
Después se bañó. El agua de la ducha caía sobre su cabeza, sus hombros, sus cabellos encrespados.
Repasó con deleite cada repliegue de su cuerpo. Se estremeció.
Al salir se colocó un albornoz y lo sorprendió en un extremo de la sala. Ya no le parecía tan guapo como al inicio. No obstante, le despidió con un beso en su fría mejilla. 
Mientras caminaba un tipo en la calle le silbó. Se sintió bonita. Sonrió. 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Fotografías

 
Debe ser una cosa magnífica retratar un instante, atrapar un momento de la vida, una fracción imperecedera y única. A veces observo viejas pinturas e intento adivinar las circunstancias en que fueron efectuadas, el por qué las sonrisas o las miradas serias. ¿Serán acaso un calco de la realidad o son consecuencia de la imaginación exacerbada del artista?  
Me ocurre algo similar con las fotografías. Prefiero en particular las descoloridas, aquellas que han perdido, incluso, las tonalidades de blanco y negro y aparecen mas bien tullidas y castañas.
También hay de las otras: aquellas que te llevan de inmediato a un momento en particular. Un instante que creías haber olvidado y que de pronto se apropia de tu mente como un gigante egoísta, estrujando tus emociones y recuerdos, obligándote a viajar al pasado e imaginar una vez más aquel futuro que no se llegó a concretar, aquella posibilidad que creías ya extinta y que se asoma una vez más detrás de la imagen bruñida que te devuelve el espejo. Como el de aquellos daguerrotipos que las abuelas exhiben a las amigas en sus cafés de los viernes, en las que aparecen escuálidas y ataviadas en diminutos tutús y zapatos de ballet.
Ayer te vi en esa fotografía y se me vino a la mente el preciso lugar y momento que fue tomada. Tus ojos, ocultos, sonriendo a los míos.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Minotauro


Why do I fall in love with every woman
I see that shows me the least bit of attention?
Joel Barish

Me había ocurrido siempre. Me enamoraba sin remedio de las niñitas sin gracia, de las muñecas oscuras, de las muchachas de trapo, de un atardecer tormentoso, de una mañana de abril, una irrealidad o un sueño. Mi capacidad para la detección de nínfulas era inexistente. Carecía de la sagacidad del zorro viejo o del halcón del desierto. Mi método, era mas bien inverso y contra todo pronóstico, me convertía en la presa.
¿Por qué esa capacidad para procurar la redención en las situaciones más insospechadas? ¿Acaso no era sino una derivación de mi instinto suicida que me hacía lanzarme hacia la calidez de un abismo bipolar en lugar de la protección de mi olvido?
Soy el minotauro moderno que el oráculo jamás vaticinó. He conocido mil veces tú muerte y algunas otras tantas, la mía. Mi destino es éste y no otro: olfatear los laberintos insondables del amor sin encontrar jamás su salida.
Mi redención es tu delito. Mi olvido tu condena.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Fin

Ya soy un día más viejo que ayer. Quiero dormir y no puedo. Pensar en tus ojos por unos instantes a pesar que sé que no debo. Perderme en los acordes de un par de canciones. Reafirmar una promesa que hice y que ahora me ata. Escuchar tu lamento. Vomitar el mío.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Happy Birthday to me

 
Hoy cumplo un año más que ayer. Es gracioso. Finalmente ambos alcanzamos la misma edad. Sin darme cuenta me he convertido en la imagen difusa de ese fantasma que solia visitarme en mi infancia y ahora me persigue en mis sueños. Me aterra que el tiempo pase y algunas cosas permanezcan áun irresueltas. Que todavía tenga entre manos un enorme rompecabezas por armar y sienta que en el camino perdí algunas piezas. Mi teléfono ha empezado a sonar, escucharé quizá el sonido de voces del pasado que no quieren aparecer y terminan  por hacerlo. "Hola, hace mucho que no hablamos... pensé que sería buena idea saludarte en tu cumpleaños". Durante el día recibiré abrazos y besos. Por la tarde sonreiré, quizá, con una mueca forzada. Al anochecer abriré mis obsequios y soplaré unas velas. La película terminó sin el beso final. Cuando todo llegue a su fin el teléfono habrá terminado de repicar y yo seguiré aguardando por aquella llamada que no termina de llegar y todavía espero. Wrong number.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Scott Pilgrim contra el mundo


El que luche con monstruos
cuide a su vez de no convertirse en uno
cuando miras largo tiempo a un abismo
también éste mira dentro de ti.
Nietzche
 
Tenías razón. Me pasé tanto tiempo luchando con monstruos que al final terminé convirtiéndome en uno.
¿Recuerdas los días en que enhestaba mi caballo y el filo de mi lanza hacía frente a los molinos de viento que aquejaban tu corazón?
Es irónico. Pero a la vez brutal, tener la convicción que tus temores se van convirtiendo con el tiempo en los míos. El percatarme a mis cuarenta y diez que mi corbata no existe, que mis zapatos de charol dejaron de brillar. Que me convertí en uno de esos latidos que desean acabar en un grito. O un lamento. Ya no sé. Y que terminan en una esquina, agonizando en un susurro. O un gemido. Emborrachándose en una frase entrecortada. U ocultando su rostro detrás de las faldas de una llamada que no se concreta. Como esas cartas que la gente escribe durante mucho tiempo y un buen día deciden no enviar.