miércoles, 29 de febrero de 2012

No estoy solo

- ¿Aló?
- ¿No reconoces mi voz?
Te reconocí ni bien terminaste de pronunciar la primera palabra. No parecías sorprendida de que continuara conversando contigo. Parecía que tomabas el asunto como la cosa más natural.
- ¿Tendré que seguir esperando en la lluvia?
Apreté por inercia el botón que activó el pasador de la puerta. Oí el sonido de tus sandalias en chocando con los peldaños de la escalera. El fru fru de tu vestido enredándose entre tus piernas. El golpe de la puerta en el pasillo.
- ¿Te sorprende verme?
Tenías el cabello mojado. El agua de la lluvia había empapado tu ropa y resbalaba por tu cuello, tus brazos, tus pechos.
No sabía qué decir. Te alcancé una toalla como un autómata. Luego dos. Tenías ya tres y parecía que nunca ibas a terminar de secarte.
- Estoy mojada -dijiste riendo. Luego te pusiste seria y repetiste: Mojada. Completamente mojada.
No sé en que momento comenzaste a quedarte desnuda. Cuando levanté la mirada era ya muy tarde para detenerte.
- No estoy solo -susurré.
- Yo tampoco -dijiste. Y me obsequiaste un guiño. Quizá una sonrisa.
No supe que decir. Creo que me puse más nervioso. Era todo como irreal.
Sonreí.

Mamita, cuidado con el diablo

Hay momentos en que uno se cansa de dar vueltas en un espiral.
Anoche me desperté (de la misma manera en que me he despertado otras veces) y descubrí que una vez más he vuelto a soñar contigo, en ese momento específico, con esa misma mirada: tus manos, la mías.
A veces siento una gran necesidad de comunicación, o de pronto me pongo repentinamente triste. Entonces me pregunto si seguirás presintiendo cada detalle de mi personalidad de la manera que siempre lo hacías.
Pero los tiempos han cambiado: yo intento recrear una historia y tú te ufanas de no ser la persona que conocí.  
Hay días en que te sientes como Ismael y sientes unas ganas, ineludibles, de ser perverso y después hacerte, irremediablemente, a la mar.
Hoy es un día de esos.
Mamita, cuidado con el diablo, en esos días.

jueves, 23 de febrero de 2012

Escribir escribiendo (de Jorge Rodriguez)

Paren el mundo que acá me bajo: Escribir escribiendo

Les dejo este buen texto de mi amigo Jorge Rodriguez que me ha gustado mucho.

viernes, 17 de febrero de 2012

Fridiedago



Si quisiera compartir
una alegría (sabiendo que el que me escucha será feliz)
o quisiese vomitar una pena,
sangre (sabiendo que sangrarás conmigo)
trataré de buscarte lo menos posible en esos días.

Llegaste a mi vida de una manera casi casual. Casi predestinada. Casi mágica.
Esperábamos el llamado para rendir aquel examen. No sé en que momento nuestras miradas se cruzaron y comenzamos. Imagino que te hablé de Javier Heraud y tú mencionaste a Kundera. O tal vez a Frida Kahlo. La verdad, no recuerdo. Pero siguen grabados en mi memoria tus cuadernos, tus dibujos colores, tus poemas que me hacían recordar a Luis Hernández.
Recuerdo tu risa. Esa manera espontánea y atronadora que tenías de sonreír. Tan maravillosamente única. Que escandalizaba a los pájaros y hacía que la ardilla que merodeaba entre los árboles de la universidad huyera despavorida.
No sé en qué momento nos hicimos amigos. Yo te veía desde lejitos. A veces me pedías que te acompañara a ver una película en el cine. Otras, a comer una hamburguesa. O a dar una vuelta en la playa, donde alquilaríamos uno de esos pequeños botes en los que te gustaba perderte en el mar.
Yo te decía que no, que tenía mucho que estudiar, que ya tenía planes, que mejor después, que se estaba mejor en la universidad. Era más sencillo inventar una excusa a tener que explicarte que el dinero que llevaba en el bolsillo apenas era suficiente para pagar el colectivo que me llevaría de vuelta a mi casa.
No, tú no comprenderías esas cosas. Con tu costosa educación en el Markham, con tus fiestas en la Molina, tus compañeros que tenían menos años que yo y ya manejaban sus propios actos. Después me di cuenta que no te juzgaba a ti, sino a mi mismo.
Recuerdo esos días. Esos grupos de amigos riendo, paseando sonrientes por los pasillos de la universidad. Planeando excursiones, salida o fiestas. Yo los miraba de lejos, intentando captar alguna palabra, algún retazo de sus conversaciones que me permitiera sentirme incluido al menos por unos minutos. Creo que fue entonces cuando comencé a huir. Luego aprendí a estar solo.
Recuerdo la ocasión en la que me invitaste a estudiar en tu casa. De todas las cosas tengo grabadas en mi cabeza la biblioteca de tu abuelo, las historias que de él me contaste, la mesa tallada sobre la que estudiamos, los libros de poesía que leímos entre cada intermedio de los examenes de laboral y tributario. Recuerdo que te quedaste dormida.
Tal vez tú eras la primera mujer con la que he dormido sin acostarme. Estoy seguro que me comprendes.
Recuerdo cuando murió Cecilia. En algún lugar escribiste "tú no querías que fuera, pero igual fuimos". Me hubiera gustado estar contigo cuando perdiste a tu padre. Me gustaría mucho estar contigo ahora.  Decirte, vamos a la playa, vamos a mirar el mar. Acerquémonos riendo a aquél pescador, llevemos una botella de vino. Carguemos en el bolso un poco de poesía y rentemos un bote.
Eres la única persona que ha podido trascender mi misantropía. Perdona. Sé que no soy un amigo convencional.  A veces estoy. Hay temporadas enteras en que desaparezco. Pero te quiero. No lo dudes. Eso no. De verdad que te quiero.

¿A dónde van?


¿En que se habrán convertido mis viejos zapatos?

jueves, 16 de febrero de 2012

Ya no recuerdo su nombre

No está.
Hace muchos días que sueño con ello
quiero escuchar esa canción
y ya no recuerdo su nombre.
Apenas las sensaciones que producía en mi
ni bien iniciaba sus primeros acordes.
Apenas las circunstancias en que la escuché por primera vez
mi radio casetera, una tarde de invierno gris, tus ojos, los míos.

lunes, 13 de febrero de 2012

As Time Goes By

Todo huimos de algo.
Algunos huyen del amor.
Otros de la amistad.
De algún encuentro. O desencuentro.
De su pasado.
Del futuro, que ya no esperan.
Algunos huyen de su propio reflejo.
O del reflejo de los demás (que no soportan).
Algunos huyen de la esperanza o del perdón.
De aquella palabra que añoran. De una sonrisa. De un recuerdo.
Algunos no encuentran, jamás, la redención.
Algunos continuarán, por siempre, huyendo.

Cuando la vi por primera vez tenía 8 o 10 años. Recuerdo que era una de esas noches inútiles en que no había nada que hacer en casa y se acercaba la hora en que me mandarían a la cama. De pronto, noté que hace mucho tiempo había pasado la hora límite de modo que salí sigiloso de mi habitación y encontré a mi mi hermana sentada frente al televisor. Pasaban una película de esas en blanco y negro. Se veía muy antigua. En casa acabábamos de obtener nuestro primer televisor a color, lo cual constituía un logro para una familia de clase media, mas bien empobrecida, como era la nuestra. No había nada que por aquel entonces pudiera compararse con la dicha absoluta de ver las imágenes de mis dibujos favoritos a todo color.
Empecé a mirar la televisión de soslayo. Me intrigaba mucho qué tipo de programa captaba la total atención de mi hermana, de modo que hubiera conseguido hacerle olvidar que debía mandarme a la cama.
No sé en que momento me enganché con la trama, quizá en el instante en que Ilsa se sienta al lado de Sam, que tocaba distraído el piano, y le pide aquella canción:

Ilsa: Play it once, Sam. For old times' sake.
Sam: [lying] I don't know what you mean, Miss Ilsa.
Ilsa: Play it, Sam. Play "As Time Goes By."

No Sam, tu no tenías culpa de ello. Apenas te limitabas a complacer las veleidades de una dama aún en contra de las indicaciones de tu jefe, que había amenazado con echarte a la calle si volvías a tocar aquella canción. Había quizá algo más poderoso que tú mismo. Que tu temor, que todos los jefes del mundo. Algo que tus dedos iniciaran a acariciar de esa manera tan especial el piano. Que las palabras se atragantaran en tu pecho y comenzaran a salir por tu boca:

You must remember this:
A kiss is still a kiss,
A sigh is just a sigh.
The fundamental things apply
As time goes by.

And when two lovers woo
They still say: 'I love you'.
On that you can rely,
No matter what the future brings,
As time goes by.

Moonlight and love songs,
Never out of date.
Hearts full of passion,
Jealousy and hate.
Woman needs man,
And man must have his mate.
That, no one can deny.

It's still the same old story,
A fight for love and glory,
A case of do or die.
The world will always
Welcome lovers
As time goes by.

Aun sigo Cantando

Para esos que todavía insisten en ser rockeros:

"Pero como han cambiado los tiempos
todos luchan por mantener sus puestos
Hay muchos que ahora son ingenieros
pero qué pocos quedaron rockeros.

Pero yo aún sigo cantando
y lo voy a seguir haciendo
Una lección me dió la vida:
tenés que hacer lo que el corazón diga".


lunes, 6 de febrero de 2012

Miryam Quiñones - Greta (Pedro Guerra)

Y después como si nada a decir
"agua pasada estoy curada"
la estrategia de mentir.

Gran voz.


Me Haces Bien (Jorge Drexler)

Hoy estuve oyendo muchas de sus canciones
y me trajo a la mente tantos momentos lindos
Tienes razón: no es tan complicado... no.




jueves, 2 de febrero de 2012

Silvio

Algunas cosas son más que difíciles.
Como cuando te resistes a ver la verdad clavada en tus narices.
Como cuando no quieres aceptar una mentira.
Como cuando te empeñas en no ser burlado a pesar de haber consentido previamente a ello.
Como cuando huyes del desamor pero ya hace mucho dejaste de amarte.
Como cuando esperas la muerte que no llega. O el amor. Que, no es lo mismo. Pero es igual.

Quizá mañana

Hoy, de la manera más inesperada, escuché esa canción.
Quizá tú ya no la escuches, pero cada uno de sus acordes me llevó hoy hasta algunos años atrás, cuando el tiempo parecía eterno y los días se sucedían unos a otros. Invariables. Magníficos.
Y repasé en mi mente aquellas noches interminables en las que pensé en buscarte en tu escuela y jamás conseguí hacerlo. En todas las cosas que me pediste y apenas logré. Me gustaría decirte que hoy soy diferente. Que todo sirvió de algo. Pero no quiero mentirte, honey. No hoy.
Quizá mañana.

ready

Es inútil.
No se puede construir un ciudad con solo el pensamiento.
Imposible recrear un sueño con algo más que la voluntad.
Si alguien no quiere estar listo, quizá debas empezar a pensar si algún día llegará a estarlo.
Y tú... ¿realmente lo estás?

miércoles, 1 de febrero de 2012

Awake up

Es gracioso:
cuando crees que "por fin"
te da cuenta que no.
Sólo estabas soñando.
Awake up. Es hora de despertar
las cosas no van a cambiar mucho
las personas son siempre las mismas.