miércoles, 27 de abril de 2011

EL amor según Buttler

Voy por la segunda, a punto de iniciar la tercera y la cuarta de mi frasco atiborrado de pastillas que me han propiciado mis buenos amigos de boticas arcángel.
Siento un amodorramiento el cuerpo
los parpados se comienzan a cerrar pero no es suficiente.
Dos mas, tres mas píldoras... ¿cuantas mas serán necesarias?

Para dormir, para no pensar, para no soñar, ni pensar en presente, pasado futuro.
Para no ver más allá de los sueños
(como en esa película que tanto nos gusto, recuerdas honey).
-aunque son tan bonitos a veces los sueños-
Puedes ser todo que puedas llegar a ser sin importar tus carencias
como esa cinta del cartero (Il Posttino) que nunca tuvimos oportunidad de ver
que encerraba tanta ilusión, un mensaje, un grito de ahogado.

¿Quieres saber como soy?
No es más que leerse algunos cuantos, dos o tres
libros de autores norteamericanos, franceses y rusos como Konovalov, sobre todos Bukowsk y Máximo Gorki, como olvidar a la Defensa de Luzin: Finalmente antes del genial de Daniel Alarcón y nada -absolutamente nada del desopilante- Iván Thays.
También visualizar una media docena de películas nunca (de esas que nunca vimos) de esas en blanco y negro y con subtítulos.
Ya me vacié un cuarto de ese frasco de pastillas
ya siento la cercanía del sopor
la proximidad del sueño

de pronto todo deja ser importante y se torna relativo
y el dolor, duele menos, cada vez menos.
De pronto todo el malestar
como el desasosiego se van como por parte de magia.

Soy consciente que es una salida temporal
que al día siguiente despertaré y el mundo seguirá girando
como en aquella novela que alguna vez leí y me gustó tanto

Me gustó la novela pero se acabó el sueño.
Una fiesta no puede durar toda la vida, algún día te das cuenta que nos

vas a ningún lugar, (aunque Dios es testigo que hasta una semanas pensabas distinto)
Pero cuántos golpes, cuántas indiferencias o apatías
cuántos avances y retrocesos sin explicación estás dispuesto a aguantar
o voy o no voy
o avanzo o retroceso
qué tanto puede soportar un pobre corazón de trapo.
Todo tiene un límite y ese límite está relacionado al máximo umbral del dolor
un día despiertas y te das cuenta

que has dado tanto que no queda más para dar.
No te engañes en esperar recibir, te espera una pared de concreto, vestida de organdí.
No te confundas las paredes y los muros de concreto no cambian
permanecen inmutables mientras te quedas al otro lado pensando
que habrá al otro extremo.

A lo mejor no hay nada.
Quizá nunca lo sabrás. Pero ellos tampoco sabrán que había al extremo del tuyo
Me voy sintiendo incoherente y estúpido con las cosas que voy escribiendo
las pastillas van haciendo su efecto...

se me van juntando una con otras en el estómago
lo bueno es que me alivian la desazón, la pena, hoy perdí alguien que quise sea muy especial en mi vida.
Las palabras se me mezclan unas con otras
necesito dormir
despertar al día siguiente y pensar como pensaba hace muchos años cuando la vida era una suma de soledades.
Una soledad más otra. Igual a dos soledades.


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En la novela Gone with the wind, Rhett tiene un subito encuentro con Scarlert. Rhett a amado en silencio a Scarlett durante mucho tiempo, pero al parecer esta nunca se percato de ello o no ha querido a ello. Rethh no obstante siempre estuvo a su lado cuando la necesito. El ultimo encuentro es una pieza maestra de la literatura universal, ocurre casi al final de la novela:


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Scarlett: What are you doing?

Rhett Butler: I'm leaving you, my dear. All you need now is a divorce and your dreams of Ashley can come true.
Scarlett: Oh, no! No, you're wrong, terribly wrong! I don't want a divorce. Oh Rhett, but I knew tonight, when I... when I knew I loved you, I ran home to tell you, oh darling, darling!
Rhett Butler: Please don't go on with this, Leave us some dignity to remember out of our marriage. Spare us this last.
Scarlett: This last? Oh Rhett, do listen to me, I must have loved you for years, only I was such a stupid fool, I didn't know it. Please believe me, you must care! Melly said you did.
Rhett Butler: I believe you. What about Ashley Wilkes?
Scarlett: I... I never really loved Ashley.
Rhett Butler: You certainly gave a good imitation of it, up till this morning. No Scarlett, I tried everything. If you'd only met me half way, even when I came back from London.
Scarlett: I was so glad to see you. I was, Rhett, but you were so nasty.
Rhett Butler: And then when you were sick, it was all my fault... I hoped against hope that you'd call for me, but you didn't.
Scarlett: I wanted you. I wanted you desperately but I didn't think you wanted me.
Rhett Butler: It seems we've been at cross purposes, doesn't it? But it's no use now. As long as there was Bonnie, there was a chance that we might be happy. I liked to think that Bonnie was you, a little girl again, before the war, and poverty had done things to you. She was so like you, and I could pet her, and spoil her, as I wanted to spoil you. But when she went, she took everything.
Scarlett: Oh, Rhett, Rhett please don't say that. I'm so sorry, I'm so sorry for everything.
Rhett Butler: My darling, you're such a child. You think that by saying, "I'm sorry," all the past can be corrected. Here, take my handkerchief. Never, at any crisis of your life, have I known you to have a handkerchief.
Scarlett: Rhett! Rhett, where are you going?
Rhett Butler: I'm going back to Charleston, back where I belong.
Scarlett: Please, please take me with you!
Rhett Butler: No, I'm through with everything here. I want peace. I want to see if somewhere there isn't something left in life of charm and grace. Do you know what I'm talking about?
Scarlett: No! I only know that I love you.
Rhett Butler: That's your misfortune.
[Rhett turns to walk down the stairs]
Scarlett: Oh, Rhett!
[Scarlett watches Rhett walk to the door]
Scarlett: Rhett!
[runs down the stairs after Rhett]
Scarlett: Rhett, Rhett!
[catches him as he's walking out the front door]
Scarlett: Rhett... if you go, where shall I go, what shall I do?
Rhett Butler: Frankly, my dear, I don't give a damn.
[Rhett walks off into the fog]



Frankly, my dear, I don't give a damn.

(¿are you sure Rethh Butler?)

jueves, 21 de abril de 2011

Yo era un tipo valiente

Quiero ser ese gato que aun se acurruca en tu cama
y ahora encuentro razones abiertas
para estar siempre al tanto y alerta
para ser un vidente y seguir siendo
el que maúlla tu puerta.
Quiero ser un vidente y seguir siendo
el que toque tu frente
un añoso contra la corriente.
Extrañamente hoy estas muy silenciosa..
Y ya rodean la casa
y no quiero dejarte aquí sola en esta hora incierta...
(Daniel F)

lunes, 18 de abril de 2011

Novela

De pronto me han dado muchas ganas de escribir
he pensado en una historia
por primera vez, un conjunto de historias
que den vida -entrelazadas-
a una mas compleja
en la forma de una novela.
El contenido lo tengo ya en mi cabeza:
taladra incesante, algunos días
y rumorea bajito, otros.
El nombre que he ideado no me sorprende
debería ya haberlo sabido desde hace mucho tiempo.
Tiempo de escribir:
tendrás que esperar a que termine este asunto de convertirme en quien no debo
tendrás que aguardar con paciencia a que termine de ponerme el traje.

De melodías y letras

Algunas personas son como esas canciones
en que recuerdas la melodía
pero te niegas -rotundamente- a
tararear su letra.

Eres melodía, jamas seras letra.
No.

sábado, 9 de abril de 2011

No se si te has dado cuenta

No se si te has dado cuenta
pero los días pasan
y cada vez siento que te quiero
de manera menos rigurosa.
No se si te has dado cuenta
pero los días pasan
y de pronto te vuelves algo cotidiano
como esas series de actos
que acostumbramos a realizar todos los días:
comer, dormir, cagar...
No se si te has dado cuenta
pero a veces me despierto sobresaltado
luego de un sueño intranquilo
en el que descubro que no estas
y me haces falta
y no.
No se si te has dado cuenta
pero te sueño con cierta regularidad
No se si te has dado cuenta
pero de pronto me empiezas a gustar de una manera distinta
que no se si es mejor, solo se que distinta.
No se si te has dado cuenta
pero to-da-vi-a iluminas mis días.

Rechazo

He perdido ya tantas cosas en el camino
otras las he ido olvidando con el tiempo
menos los sueños.
Eso no. No.
...
...
Rechazo toda forma de maltrato
psicológico o verbal
rechazo la indiferencia
la escasez de abrazos o de besos
...
...
rechazo la coima, la prepotencia, el abuso, la injusticia
el no dejar ser
...
...
rechazo las dudas, las murmuraciones
la presión
rechazo que un medico me diga que no debo correr mas
que esa postrera vuelta
en la que expulsaba el corazón y el alma
no la daré mas
...
...
rechazo también una certeza
por perseguir algo que apenas es una probabilidad
una simple utopía
...
...
rechazo las aproximaciones aprioristicas
rechazo el contacto animal
...
...
rechazo el rechazo
...
...
y te extraño
y sin embargo también rechazo ese sentimiento
carajo
como te extraño.

jueves, 7 de abril de 2011

...

Ayer te vi, estabas realmente bonita
estabas mas bonita que nunca.
Te vi como te recuerdo
y ya no recuerdo si te vi
o eres el recuerdo de quien alguna vez vi.

lunes, 4 de abril de 2011

Hola S.

De pronto me he sentido como en esos días donde el tiempo parecía no tener límite donde la hora de salida era un concepto que no existía para mi, donde todo era trabajo, deber, trabajo.

De pronto recordé que un día así sin que lo pensara, ni lo planeara apareció una mirada precedida de una sonrisa.

De pronto recordé muchas cosas, pero sobre todo recordé que el mundo sigue girando...

Diario de un perro azul (XXI)

En alguna ocasión vi una película que trataba sobre una maquina del tiempo. Los personajes, en esa película, tenían la increíble facultad de transportarse a través de múltiples dimensiones y alterar la realidad, corrigiendo los errores en el pasado. O al menos eso era lo que intentaban, pues un cambio mínimo en el pasado traía consecuencias desastrosas -incluso peores- en el futuro. La moraleja era quizá, dejar las cosas como están. Si permanecen de una determinada manera es porque esta es la mejor manera en la que pueden estar.

De niño me gustaba mucho jugar a que poseía el poder de esa máquina. La llamaba la máquina del tiempo y me servía para resolver problemas cotidianos. Todavía no había caído en la cuenta que la "solución" es muchas veces -o en casi todas- peor que el problema. Las cosas siempre pasan por algo, sentencia siempre mi madre y sin embargo a veces todavía persisto con esa maldita manía de añorar que las cosas pudieron haber sido distintas y no "por algo". En ocasiones me gusta acostarme en mi cama, con las luces apagadas y pensar cómo sería el mundo si hubiera hecho tal o cual cosa. O si hubiera realizado precisamente lo contrario a lo que hice. O si no hubiera hecho nada.

Algunas personas dicen que suelo pensar mucho las cosas. "Lo pasado, pisado", señalan. Yo comparto esa idea a regañadientes porque no me queda otra opción y porque en ocasiones concuerdo que así efectivamente debe ser. Es preferible dejar descansar a los muertos. Los vivos ya tenemos suficientes problemas como para resucitar recuerdos que deben ya estar enterrados. No obstante el tiempo y alguna que otra cana me ha enseñado que algunos eventos en la vida se repiten de maneras bastante similares. Hay uno en particular que me atosiga y es la posibilidad de elegir entre una vida bastante conocida o arriesgarme al vacío de la incertidumbre donde las variables son infinitas.

Algunas pocas veces me he enfrentado a esa posibilidad, a ese escaparate que me muestra cómo podría ser mi vida de acá a algunos años. Lo complicado es ir tras el sueño. Porque ir tras éste implica la certeza y la posibilidad latente del error, de que éste no se concrete de la manera cómo lo imaginaste. No hay dos caminos sino múltiples. cada uno con sus particularidades, con sus senderos sinuosos y abismos peligrosos que invitan al vacío. En cada uno ganamos la posibilidad de obtener el sueño, pero también dejamos abierta la eventualidad del fracaso.

¿Quién se anima a correr el riesgo?

A veces me gustaría tener una de esas bolas de cristal que me permitiera ver el futuro.

Cuando era mas joven -no es que me sienta viejo pero en alguna ocasión tuve menos edad que la que tengo ahora- sentía que el paso del tiempo no tenía importancia. Elegir no era una cuestión muy razonada sino mas bien basada en la intuición, el deseo, el azar, la vida misma.

Soy consciente que cada vez que me paro frente a ese escaparate -como en la imagen- que tanto me gusta observar, puedo visualizar una probabilidad: la posibilidad de ser feliz al lado de una mujer magnífica que me adore y por quien yo muera, de tener esa pequeña de ojos inmensos que en ocasiones me visita en mis sueños.

Soy consciente también que ese escaparate es solo una probabilidad de cómo podría ser mi vida de acá a algunos años.

Hoy por la noche entré a la capilla de la Universidad. No suelo ser un asiduo creyente, pero como dije previamente, necesitaba de un amigo y Dios es la manera mas cercana de amistad que conozco. De lo contrario me sentiría completamente solo en este mundo. Si es que no lo estoy ya.

Le pedí sabiduría para saber escoger las elecciones correctas. Pedí también sabiduría para aquellas otras personas que están -quizá- detrás del escaparate, no como meros observadores, sino como partícipes latentes y expectantes. Uno tiene la posibilidad de escoger, pero al escoger tiene que ser también escogido. No existe en este aspecto ningún acto mágico unilateral.

Un civilista diría que una situación como la descrita no es otra cosa sino una compleja relación sinalagmática. Yo, en términos más simples prefiero decir que una decisión lleva aparejada otra similar, cada una con sus temores y sus riesgos intrínsecos, pero que se necesita dos para hacer que la imagen que refleja ese escaparate deje de ser mera posibilidad y empiece a tornarse real.

No se puede construir un castillo de arena e intentar protegerlo con tan solo una mano.

Son casi las 12:00. Se me ha quitado el hambre. No he almorzado y probablemente no cene. Supongo que estas cosas son comunes cuando estas en esos días.

Me gustaría llegar a la casa y pensar en que no llegará un nuevo día, en que debo pensar en esto una y otra vez, sucesivamente.

Pero sé que no podrá ser de otra manera. De modo que carece de objeto permanecer mas tiempo sentado frente al ordenador. Me espera el vacío de mi habitación, la resonancia ensordecedora de mis pensamientos y un nuevo día. Eso sí. Me espera siempre la posibilidad de un nuevo día.

Correr

Es bonito correr tras de algo o alguien pero es bonito sentir que tambien corren El viento gira en ambas direcciones somos cometas sujetas a las veleidades del clima y el tiempo.

...

END.
Supongo que es como esas peliculas que no quieres que terminen, pero que conoces el resultado de antemano.

Uno quisiera ser el heroe, el amante, el amigo, pero a veces no terminas siendo ninguna de esas cosas.

Apenas un simple extra que se engalana con sus cinco minutos de fama: una aparición, un par de palabras predeterminadas en sus líneas.

Un recuerdo. Nada.

Hay películas que te gustaría escribir. Otras te gustaría anticiparte al final. Otras jamás deberían ser filmadas.

Pero también estan las otras, las del otro tipo, las que hacen volar tu imaginación a raudales, las que le dan sentido a tu vida tan solo por esa "posibilidad" que encierran. Las que determinan que lo cotidiano se transforme en algo mágico. Las que te hacen soñar, levantarte mas temprano, hacer cosas que antes pensabas no eras capaza de hacer o dar, las que de pronto -sin que te des cuenta- te transforman en alguien distinto y mejor en todos los sentidos.

Esas son las películas que no deberían tener final.

Conclusión: una película no debería terminar en tanto te permita seguir soñando sobre un final que desconoces, pero ansías.

Quizá por eso cada vez voy menos al cine.

domingo, 3 de abril de 2011

Diario de un perro azul (XX)

He llegado finalmente al numero XX de este post.
Numero infinitamente sospechoso como diría Martín Adán: un pato seguido de un huevo.
Veinte post atrás escribí el primero de los diarios de este perro azul.
Releyendo lo antes escrito llego a la constatación que los fantasmas que atormentaban a este lastimero animal siguen siendo los mismos.
No es posible llegar al post numero XX sin que ello implique una reflexión, aun cuando esta sea breve, sobre lo antes escrito, sobre que motivo a que naciera un animal azul, que haciéndose pasar por escritor se animara a decir soy perro y escribo un diario de color azul.
La razón del color azul en mi vida la he explicado ya en alguna ocasión. El azul simboliza aquello de lo que intento no hablar en este blog, esconde las miserias humanas mas recónditas ocultas en el corazón de este can.
El blog de un perro azul es un grito de libertad.
Cuando comencé a escribir este blog pensé que no pasaría de cinco a lo sumo seis.
Era una suerte de expiación que tenia luego de cada debacle sentimental en mi vida. Las causas que al inicio podía agrupar por su similitud, han ido variando con el tiempo hasta convertirse en algo completamente distinto.
Al principio, los primeros escritos reflejaban una necesidad de pertenencia. Como cualquier animal que se siente sin dueño, los primeros ladridos que encontraron forma en este blog, reclamaban un dueño, alguien a quien mover la cola las tardes de los sábados, con quien dar un paseo al parque o ver una película de Capra los domingos por la noche.
Con el correr de los días los post fueron cambiando hasta convertirse en lo que hoy son: un grito irreconciliable con la confusión, con la decepción, con la sorpresa y por que no, aun, un reclamo de esperanza.
¿Tendrán todos los escritos un hilo conductor que secretamente los una?
Este blog se ha convertido en un aullido, en un quejido de perro al que se le pisa la cola y reprime la mordida. Y no me gusta.
Esta muy lejano a lo que solía ser yo (en otros tiempos).
"Ojala nunca te lo hagan a ti" me dijeron un día
"El día que te lo hagan sabrás lo feo que es".
Desearía tantas cosas en este momento, pero sobre todo desearía no haber tomado tantas decisiones equivocadas en mi vida. Algunas ya sin retorno, la mayor parte de ellas irremediablemente perdidas.
Soy un perro azul que alguna vez intento ser de un color distinto y se negó la oportunidad a si mismo.
No puedo retroceder el pasado, pero puedo procurar tener un presente que no sea tributario de aquel. No puedo pedir perdón a personas que jamas me perdonaran (algunas ni siquiera están ya para hacerlo).
Hoy me siento como en aquellos días:
Sin norte, sin esperanzas, sin decisión. Perdido. Terriblemente perdido.
Lo único que me alumbra es tu recuerdo y la necesidad de volverte a encontrar en ese sueño donde mi miras con esos ojos inmensos que parecen tragarse toda mi esperanza. Again. Por siempre, again.